En este proyecto miembros del comité del paro internacional de mujeres de Nueva York entrevistaron con organizadoras de trabajos y cooperativas, como parte de un processo de co-produccion de sabiduría militante. Estamos interesadas particularmente en esclarecer las condiciones que a la vez permiten y limitan la organización laboral autónoma y la auto-determinacion. También nos interesa la manera en que la lucha de clases y la lucha feminista se constituyen mutuamente entre si. De ultima, nos gustaría concentrarnos en las maneras en las que los entrevistadas y entrevistadoras practican — e imaginan las posibilidades de — la acción colectiva como manera de transformar las condiciones de mayoría de los trabajadores, especialmente las condiciones de los que sienten as formas de explotación y disposición mas graves: las mujeres, los inmigrantes, y los trabajadores a bajo sueldo. Para leer otros testimonios, haga click aqui. Para ver mas informacion sobre el paro, haga click aqui.

Hay que unirnos y luchar, no nos van a botar de este país, aquí está nuestra vida.

Yo llegué en el 2005 a este país por primera vez. Tuve la suerte de obtener una visa en mi país de origen, Ecuador. No una visa de trabajo, ni de estudio, pero sí una visa de turista. En mi país me gustaba mucho estudiar y fue la oportunidad para aprender inglés, así que me dije que quería tomar un curso de inglés en Estados Unidos. Mi objetivo de venir a este país fue, como el de todos, progresar, salir adelante, tener un mejor futuro. En esa época era soltera y dejé a toda mi familia atrás; mis hermanos todavía están en Ecuador.

Yo no tenía intención de venir a residir en este país, pero rápidamente y al poco tiempo de estar aquí conocí al que actualmente es mi esposo y formé mi familia. Así que desde ese momento no he regresado a mi país, salvo en vacaciones para visitar a lo que queda de mi familia. Realmente a veces es difícil: me siento un poco nostálgica porque mi familia esta allá y uno nunca deja de extrañar sus costumbres y su cultura. Uno nunca se olvida de sus raíces. Pero también pienso que ahora mi prioridad es mi hija y mi esposo, la familia que construí aquí. Como dije, no fue mi intención quedarme pero tuve la suerte de conocer a mi esposo y formar una familia aquí. Me casé, tengo mi familia, tengo una sola hija y empecé a trabajar.

Al principio y durante muchos años, mi familia en Ecuador dependía económicamente de mi. Mi padre, mi madre y un hermano menor que estaba haciendo el College. En la actualidad, mi hermano es adulto y se vale por sí mismo. Mis padres fallecieron. Ahora mismo la única que depende de mí es mi hija, aunque cuando hay situaciones extraordinarias con mi familia en Ecuador –enfermedades o emergencias– siempre me llaman para preguntarme si puedo ayudar.

Aunque estoy lejos, siempre consultan conmigo cosas importantes. Por ejemplo, uno de mis hermanos es discapacitado y a veces siento que soy como su mamá. Estoy todo el tiempo al pendiente de él: cómo está, qué novedades hay, que si lo llevaron al médico, que sí está bien atendido. Entonces todavía mantengo un vínculo afectivo permanente. Y con los hijos de mis hermanos tengo una estrecha relación. Yo soy un ejemplo para mi familia porque salí de ahí y tuve la oportunidad de mejorar nuestra situación.

En mi familia y en todas las familias en Ecuador, las mujeres jugamos un rol muy importante, primero en la familia, y después, en la sociedad. Mi madre fue un apoyo muy importante para mí y jugó un rol de padre y madre al mismo tiempo. Aunque mi padre estaba presente, mi madre siempre fue la que tuvo una visión de futuro para nosotros. Yo soy la única mujer de entre mis hermanos y mi madre nunca pensó que fuera yo la que dejaría el país. Actualmente las mujeres ya no jugamos el rol únicamente de amas de casa, consagradas a lavar, cocinar y planchar, como en la época de nuestros abuelos. Ahora la mujer es profesional, se prepara y participa activamente de la economía del país.

Mi esposo también trabaja y las tareas domésticas son compartidas. Mi esposo es nacido aquí y tiene otra mentalidad, él se crío solo, así que desde que nos casamos, compartimos responsabilidades. Mi embarazo fue de alto riesgo y mi esposo jugó y juega un rol muy importante en apoyarme, velar por mi salud. Cuando nació mi hija dejé de trabajar para dedicarme a ella por un tiempo, pero en cuanto fue creciendo retomé mis actividades laborales fuera de casa. Tengo un horario muy variable así que él se encarga de muchas de las tareas de la crianza. Ambos cocinamos, ambos hacemos el supermercado, el laundry y compartimos todo. No es lo típico de que yo me encargo sola de la casa. Mi esposo es diferente a los hombres latinos que suelen ser más machistas, aunque cada vez es menos el caso.

El problema es que el trabajo doméstico es muy importante y a veces se carga en la mujer. Trato de que mis horarios se acoplen a estar con mi hija porque él también a veces llega cansado. Si no estoy, él se encarga enteramente de acompañar a la niña en sus tareas escolares y a veces es pesado también para él.

Desde que llegué al país empecé a trabajar en una agencia como caregiver, ahí conocí a mi esposo. Pero cuando me embaracé los dos decidimos que yo dejara de trabajar para cuidar a nuestra hija en sus primeros años. En este país es bien difícil porque muchas mujeres tienen que hacer el sacrificio de dejar a los hijos para trabajar, así que preferimos que yo me dedicara un tiempo a la niña y podíamos sostenernos con el salario de mi marido. No es que gane mucho, pero tiene un salario conveniente, aunque desde luego a veces pasamos por aprietos económicos. Pasé cinco años sin trabajar.

Cuando mi hija empezó la escuela, busqué trabajo y retomé mis estudios de inglés. Y hasta ahora sigo capacitándome y estudiando el idioma. En esa época conocí a Golden Steps, una cooperativa que se encarga del cuidado de gente de la tercera edad, lo cual me vino muy bien porque ya tenía experiencia en esa labor y me gusta mucho.Trabajar en el cuidado de gente de la tercera edad implica tener ciertas cualidades: paciencia, respeto, comunicación con la familia y los doctores y aprender a escuchar. Yo ya tengo cuatro años en Golden Steps: fui tesorera, secretaria y ahora soy presidenta.

La cooperativa implica una forma de trabajar distinta, tanto por el servicio que brindamos, como porque nosotras somos las dueñas del negocio. Somos una organización de mujeres inmigrantes de Centro, Sudamérica y el Caribe, y tenemos muchos beneficios porque trabajamos bajo contrato. Nos capacitamos mucho para dar un buen servicio: aprendemos primeros auxilios, a través de la Alzheimer’s Association recibimos training para saber cómo tratar a nuestros clientes. Así que estamos en constante superación para dar un mejor servicio.

He tenido muchas experiencias como caregiver. He tenido clientas ciegas, con Alzheimer, diabéticas. Cada cliente es diferente, tienes que conocer su background: que tan activa era la persona, su historia y sus gustos; si pintaba, si se maquillaba, si hacía ejercicio. Porque de acuerdo a eso tratamos de recrear en el presente las cosas que les gustaban –tratamos de emular su vida cuando estuvo en su esplendor. Esa es la diferencia que tenemos respecto a las grandes agencias. Nos ha costado mucho trabajo abrirnos paso porque competimos con las grandes agencias, conMedicare y las grandes aseguradoras, pero nosotras damos un servicio personalizado.

El grupo es pequeño, somos trece y ahorita tenemos siete compañeras que están en periodo probatorio, pero ahí van, se están preparando. Estos meses son para que tengan toda la capacitación y los entrenamientos necesarios. Ahora tenemos a tres compañeras que están asistiendo a entrenamiento de CNA. Algunas están por obtener su licencia de manejo porque hemos perdido muchos trabajos por no tenerla. Es común que los clientes nos pidan ayuda para ir a Long Island y Staten Island o a veces la propia clienta tiene carro y nos pregunta si tenemos licencia y si podemos manejar para ir al super o lo que se ofrezca.

Hemos recibido ayuda económica de algunas entidades y con este dinero que hemos recibido nos hemos preparado, sacado certificados, vamos haciendo lo que mejor podemos.

El entrenamiento lo solicitamos a personal especializado. A veces los entrenamientos son de ocho horas, a veces de treint con certificado. También tenemos apoyo de la Universidad de Cornell sobre nutrición y salud, para tener una manera más integral de ayudar a nuestros clientes. Eso nos permite monitorear si su dieta es adecuada de acuerdo a sus problemas de salud.

Muchas veces jugamos ese rol para recomendarles que comer, pero nuestro trabajo va mucho más allá. A veces somos psicólogas o consejeras. Cuidar a alguien es sobre todo escuchar. La gente de la tercera edad sobre todo quiere hablar, contar su vida y a veces repiten lo mismo una y mil veces y es nuestra obligación poner mucho interés a lo que nos cuentan. Respetar sus ideas. Y esa es la diferencia entre una cooperativa y una agencia, donde la atención es impersonal y si no te gusta el cliente, lo dejas.

Muchas veces la persona confunde la agencia y la cooperativa. Este movimiento cooperativista está tomando mucha fuerza: en la organización a la que pertenecemos (Center for Family Life) hay muchas cooperativas de cuidado de niños, de limpieza, de mascotas, o de la construcción, hay de todo.En Golden Steps somos sólo mujeres, pero queremos incorporar varones, porque hay clientes que requieren que sea un hombre para cuidarlos: depende de su religión o sus costumbres. Nos organizamos de la siguiente manera:tenemos un comité de liderazgo que está conformado por la Presidenta, la Vice presidenta, la Tesorera y una Secretaria, somos cuatro. Tenemos también el Comité de Publicidad que se encarga de hacer eventos, organizar dónde vamos a distribuir flyers y definir qué actividades de publicidad necesitamos. Tenemos también el Comité de Oficina, que en realidad es la gente que contesta el teléfono cuando la organización a la que pertenecemos está cerrada, como los fines de semana o los días feriados.Las compañeras de oficina son las que tienen un mejor nivel de inglés. Hemos tenido un sólo cliente de habla hispana, en general la gente que nos busca es anglo.

Además de trabajar, soy la Presidenta, como dije antes. Hemos tenido muchos conflictos porque además de que eres mamá, eres esposa, trabajas en las tareas necesarias para atender tu cooperativa, hay momentos que el estrés es mucho y queremos botar la toalla. Pero todo es cuestión de organizarnos. Nos reunimos una vez al mes, ahí hablamos de los clientes, los eventos, del entrenamiento que requerimos, de la situación legal que tenemos (aunque afortunadamente no tenemos problemas legales) y de si queremos cambiar los estatutos, pues todas tenemos derechos y obligaciones.

Mi semana laboral se divide entre el trabajo de la Cooperativa, donde estoy tres días; Golden Steps, donde estoy diez horas el domingo; y los otros dos días desempeño el rol de Coordinadora en el Center Family for Life. Yo sólo tengo libre el sábado, fundamentalmente para estar con mi hija. Siempre trato de balancear mis tiempos, pero en lo personal mi prioridad es mi hija. A veces no he aceptado trabajos porque ella es pequeña.

En el Instituto de liderazgo preparamos a los miembros de las cooperativas en computación, diseño de publicidad y al mismo tiempo intentamos que las Cooperativas cumplan un rol de apoyo para sus comunidades y enfrentar los problemas reales que tenemos. Por ejemplo, ahora estamos trabajando en un programa de Familias Santuario. En caso de deportación, estamos preparando a familias voluntarias para que puedan hacerse cargo de nuestros hijos que se quedarán acá desamparados. Estas familias tienen que estar preparadas en lo legal y garantizar que nuestros hijos acaben la escuela y luego puedan llegar a salvo a nuestros países.

Desde que entré a Golden Steps, el Center for Family Life nos ha dado talleres de liderazgo: qué es un líder, cómo ser un líder, cómo resolver conflictos. He aprendido a cuidarme mucho cuando hablo y a generar respeto entre nosotros. Actualmente soy coordinadora del Instituto de Liderazgo y el reto que enfrentamos es trabajar en grupo. La idea es construir comunidades fuertes. En estas organizaciones, así como en el Instituto donde soy coordinadora, hay muchas mujeres. Aparentemente es democrática la participación de las mujeres, pero en realidad no lo es, hay mucho que avanzar.En general, como sociedad tenemos muchas representantes mujeres en el City Council y ellas se enfocan en ayudar a las mujeres y a la comunidad. Pero el reto es grande porque eres mujer y tienes que demostrarte a ti y a la comunidad que puedes salir adelante y que puedes desempeñar un papel de liderazgo.

También soy voluntaria en la escuela de mi hija, el grupo que tenemos ahí también es de mujeres mayoritariamente. Yo veo a la mujer progresando profesionalmente, aunque a veces todavía hay machismo. Sin embargo, les estamos demostrando que sí podemos: ahora hay mujeres en muchos campos. Somos más atrevidas porque velamos por nuestros hijos y eso nos impulsa.

Entre nosotras hay mucha preocupación acerca del presidente actual. Fuimos a la marcha de las mujeres en DC a principios de 2017 — yo no puedem pero fueron varias miembras de nuestra organización. El primero de mayo participé del Tour de la Justicia Migrante en Washington Square Park. Ahí fue donde las conocí a ustedes en persona.

Muchas cooperativas tienen un alto porcentaje de indocumentados y la gente tiene miedo de ICE y estamos preparándonos para defender nuestros derechos. Tememos que nos busquen en nuestros trabajos y esto hace que muchas mujeres se queden en casa. Muchas trabajan en fábricas, tiendas grandes o restaurantes y eso las pone más en riesgo. En nuestro caso hay menos riesgo porque trabajamos en casas particulares. Es más difícil que vaya ICE, aunque siempre está el riesgo de que alguien te denuncie.

Hay que unirnos y luchar, no nos van a botar de este país. Aquí está nuestra vida y la vamos a pelear. Hemos tenido casos de mamás que se angustian y niñas que con el cambio de gobierno lloraron por el miedo a la deportación de sus madres. Yo siempre les digo que no hay que tener miedo. Nos impulsan nuestros hijos. A las mujeres migrantes, les aconsejo siempre: no se paralicen, busquen información, acérquense a las organizaciones y a la comunidad.

*Los nombres han sido cambiados.

 

Elizabeth: Golden Steps – Cooperativa para el cuidado de adultos mayores
by International Women’s Strike NYC
Entrevista por Jimena Vergara
IWS-NYC.
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